Lunes 18 de enero
Temprano, revisé a Clementina y partí hacia Chimbote.
Llegué al mediodía.
Estacioné junto a una policía motorizada a quien le pedí que me cuidara a Clementina, mientras llamaba a Luis Lozano Rodríguez, un médico que me habían referido en Huacho.
 Luis Lozano Rodríguez
La policía aceptó encantada.
Por supuesto, cuando volví, Clementina estaba solísima y nuestra amiga había partido en busca de nuevos horizontes.
Luis llegó en 20 minutos y me invitó a almorzar a un elegante restaurante argentino, muy bien ambientado.
Decanter de Bodega Séptima en Nuevo Chimbote
El dueño, Zubsuk, es un paisano que vino a jugar al fútbol hace muchos años para un club local. Le gustó Chimbote y hoy es un afamado empresario gastronómico.
Un detalle: la carne, peruana, excelente. Nada tiene que envidiarle a las mejores carnes argentinas.
Luego, Luis me llevó a conocer un taller de trabajos filosóficos que preside, hasta el próximo sábado, en que se instalarán las nuevas autoridades que le suceden.
Desde allí, fuimos a la casa de otro médico, Abraham Mora.
 Abraham Mora
Abraham tiene un vigilante, durante las noches, en la puerta de su casa.
Lugar ideal para pernoctar con Clementina.
Abraham insistió en que lo hiciéramos en sus jardines, dentro de la casa, pero hubiera sido alterar su intimidad. Además, al frente, tiene una ponciana que era un toldo perfecto para Clementina.
En la noche, me invitó a su casa tomar un Cointreau, bebida que por su origen francés y por lo agradable, concuerdan con su él y su esposa, Regine Adam de Villiers.
 Regine Adam de Villiers y Abraham Mora
Pasamos una agradable velada.
Martes 19
En la mañana, Abraham apareció con un par de periodistas del diario Chimbote.
Mientras me hacían la nota, mi amigo se comunicó con una periodista de TV, que mandó a un cameraman y a otro periodista del diario Correo.
Durante la entrevista, el periodista, entusiasmado con el tema, dijo que sería bueno darle una charla a los alumnos de Comunicación Social, de donde él había egresado.
En minutos, Abraham estaba llamándole al rector quien me recibiría a las 4 de la tarde.
A esa hora, partí hacia mi cita.
La Universidad estaba en las afueras y no era fácil llegar.
Me detuve junto a una policía para consultarle el camino. Como no podía ser de otra manera, en un pueblo chico (yo estaba en Nuevo Chimbote, una ciudad satélite de Chimbote), era la misma que me había abandonado al llegar.
Probablemente, empujada por su conciencia, se ofreció a guiarme personalmente.
 Guapísima Policía guiándome
Don Pedro Moncada Becerra, el rector, me recibió muy amablemente e, inmediatamente, dio órdenes para que al día siguiente se organizara una conferencia.
Luego fui a hacer compra de víveres.
En Nuevo Chimbote no es fácil. No hay supermercados.
Paré en una panadería para que me indicaran.
Evidentemente, en el amistoso norte de Perú, tienen un problema gramatical.
Confunden el verbo señalar o indicar, con acompañar.
Cuatro clientes que estaban en la panadería, decidieron acompañarme las 5 cuadras que nos separaban de un mini-market.
Entre ellos don Oscar Linares Reyes, su esposa y su joven hija.
 Oscar Linares Reyes y su linda familia
En Perú, su gente es tan amable, que no conocen el verbo "señalar" o "indicar", sólo "ayudar" y "acompañar"
En la noche, fui invitado a cenar a la casa de Neme Mohanna, yerno de Abraham, quien, casualmente, es representante de Nissan-Renault en Chimbote.
Se ofreció para que hiciéramos el service de Clementina en su taller.
Mañana iré.
Además del compromiso con la Universidad Nacional del Santa, para mañana, es dudoso que pueda partir, pues hay un paro de transportes, con rutas bloqueadas por piquetes (Argentina exporta).
Acá los piquetes son algo más violentos. Le rompen los vidrios a quienes se atreven a transitar. Lo gracioso es que el paro está impulsado por la patronal privada. Cosa rara.
Miércoles 20
La conferencia en Comunicación Social, fue muy amena.
Unos 40 jóvenes de los últimos cursos. Muy buena participación, considerando que es enero y sólo hay cursos de recuperación.
Luego de la charla, fui a la Facultad de Sistemas, para que me repararan la configuración de la netbook, que me impide conectarme a internet.
No lo lograron pero, a la salida, tuve la grata sorpresa de que me esperaran unos estudiantes que habían estado en la charla previa.
 Mis amigos Juan Magan y su novia, Claudia
Comedor Universitario de la Univ. Nac. del Santa
Fuimos a comer al comedor universitario, lo que me trajo a la memoria mis años de estudiante. Tuvimos un muy grato almuerzo.
En la tarde Neme me llevó a su taller, donde cambié el aceite de Clementina.
 Clementina en la Renault de Neme
Claro que cuando fueron a reemplazar el filtro, se “descubrió” que no habían de la medida. Le pusieron el viejo y quedamos de seguir a la mañana siguiente.
Mientras estaba en el taller, llegó Abraham, que me mostró 2 buguies areneros que está construyendo con motores Volkswagen.
Me comentó que los motores se consiguen a 300 o 400 dólares y que, dejarlos a nuevo, cuesta unos 800 dólares más.
Eso significa que por 1200 dólares se puede tener un motor Volkswagen, reparado a nuevo. Una bicoca.
Jueves 21
Hoy me levanté temprano y a las 8 y media estaba esperando que abrieran la Renault.
Fueron a buscar el filtro y, obviamente, volvieron al mediodía con un reemplazo, cada vez más chico, pues el original, tal como hemos dicho, se encuentra escondido el El Louvre de París.
Tampoco hoy podré partir. Los piquetes y el bloqueo continúan.
No puedo correr riesgos. Si no logro conseguir un filtro de aceite para Renault, no quiero pensar lo que sería ponerme a buscar un parabrisas
Viernes 22
En la mañana, temprano, vino Abraham para que desayunáramos juntos.
Allí me hizo observar que una de las gomas de Clementina estaba pinchada.
 Fuimos a buscar a un llantero para que la reparara.
Nos dijo que era la válvula y la cambió.
Tuvimos, luego, un desayuno muy agradable con Regine y mi amigo.
Nos despedimos, creo que con un mutuo sentimiento de melancolía, sabiendo que pasará un tiempo antes de vernos nuevamente. |
