Miércoles, 2 de diciembre, 2009
Me levanté a las 4:30 hs. Pasé la mañana preparando cosas y cargando a Clementina
Partí a las 14:30 hs.
Busqué a Eduardo Duek, por su casa. Llené el tanque de gasolina y proa a Chile.
Partida desde la casa de Eduardo
En Uspallata, Clementina empezó a fallar.
Buscamos un mecánico (Iván) y le cambiamos la bomba de nafta.
De casualidad, conseguimos una nueva por us$ 20 + us$ 15, que cobró Iván.
En Polvaredas, Clementina no quería subir... se achanchó.
Con la ayuda de un kioskero (Miguel, sanjuanino), conectamos una botella plástica con gasolina, directamente al carburador. ¡Funcionó!
Tenía que parar cada 10 kms y bajarme a rellenarla. Eduardo la sostenía en alto, a través de la ventanilla.
Desde Las Cuevas, volvimos a conectar el carburador a la bomba y, como era bajada, todo anduvo bien.
Después de tanto sufrimiento, la bajada fue como un sueño (especialmente para mi compañero que se durmió casi hasta Reñaca).
Llegamos como a las 7 de la mañana. |